14/02/20
Sabes que te gusta el teatro
Pero no sabes qué teatro te gusta
Sabes que quieres dedicarte a ello
Pero no sabes cómo dedicarte a ello
Estás segura que quieres hacer
De tu amor
Tu profesión
Pero no conoces la vía
No tienes ni idea de por dónde ir
Y no sabes si quiera si quieres ir por ahí.
Te apasiona entrenar
Y vives por el escenario
Y al final es lo mismo
Y son cosas contradictorias.
Y entonces te pones
En frente tuyo
Y te dices:
“¿Por dónde?”
Y claro, no hay respuesta.
Entonces coges aire, cierras los ojos mientras lo sueltas, confías… Y vas.
17/02/20
Yo siempre
Resoplo,
Digo: “la madre que me parió”
Y lo hago.
(Y así no me cuesta tanto)
23/02/20 (España)
Supongo que las cosas
Se aceptan
O no se aceptan.
Y si se aceptan luego,
Hay que dejarlas ir.
Pero yo me aferro a este viaje como a un clavo ardiendo, como un niño con una pataleta a la pierna de su madre que llora y grita y dice que “no me quiero ir”.
Me aferro a la sensación y tengo a Nivica en el pecho y a Zakynthos entre las cejas y la barbilla. Guardado ahí.
Registro en esa parte el mayor cúmulo de recuerdos sensoriales porque contienen los músculos de la cara que se utilizan para reír.
Escucho de repente la voz de Levo
Diciéndonos “chicos”.
Y todas las canciones
Que alguna vez sonaron.
Escucho las señales
Que me dicen que habrá más
Me aferro a la idea
De que será posible
Mantener esto que me pasa por dentro.
Y es verdad que como yo me exijo muchísimo a mí misma a veces hago lo mismo con la gente y no tengo por qué y eso descoloca a mi alrededor, y me quedo dormida en el tren porque son las siete y diez de la mañana, llevo prácticamente 24h despierta y en este mismo día he estado en el Partenón del Acrópolis, (Atenas, Grecia) y en la Vogue de Fuenlabrada. He estado en dos cumpleaños, sometida a mucha tensión y con la duda de saber si volaba o no.
Escucho la voz de Lauren y la risa de Clara y no están, por supuesto.
Y me pregunto si Carmen o Diego habrán cogido la tarjeta de la habitación porque yo…
Yo no la tengo.
Esther Berzal